1er Comunicado de la FARV ante las elecciones presidenciales del 7 de
octubre de 2012.
La Federación Anarquista
Revolucionaria de Venezuela, conformada por grupos e individualidades comunistas
libertarias de las ciudades de Caracas, Valencia, Maracay y Barquisimeto, damos
a conocer el siguiente comunicado:
Negras tormentas
agitan los aires. El capitalismo y los poderes económicos internacionales
pretenden retomar los espacios que van perdiendo en Nuestra-América, pretenden
encadenarnos nuevamente, pretenden hacer de la historia local del
norte-occidente, diseño global para los pueblos del mundo. Estamos conscientes que la coyuntura del 7 de
octubre no se trata de un mero conflicto inter-burgués, sino de un escenario de
lucha de clases y de enfrentamiento anticolonial.
Como anarquistas,
reconocemos las condiciones de posibilidad que se han venido generando a partir
de la tensionada articulación Estado/Comunidades Organizadas, traducida en innegables
conquistas en relación a los derechos sociales y populares que el actual
proceso bolivariano ha provocado en el seno del pueblo de Venezuela. Sería
necio y poco realista afirmar que no se ha avanzado en la satisfacción de las
necesidades sociales y políticas de la población históricamente excluida en
este país, producto de las luchas de lxs hijxs del pueblo venezolano. Sin
embargo, reconocemos también las limitaciones de dicha articulación que, más
allá de los múltiples errores y fallas –propios de la naturaleza jerárquica,
burguesa y reaccionaria de cualquier Estado- tiende a represar la potencialidad
del pueblo venezolano en la construcción
de una sociedad donde se erradique la hegemonía capitalista y predomine la
organización económica, política y social desde un verdadero poder popular
socialista, colectivo y asambleario de democracia directa. Como anarquistas
sabemos que ese proceso de profundización se constituye como una tarea
colectiva y común al pueblo venezolano y que, por lo tanto, no debe abandonarse
a las condiciones de posibilidad que hoy plantea la articulación táctica con el
Estado Bolivariano.
Ningún Estado es
revolucionario: las revoluciones las hacen los pueblos. Por lo tanto, ante las
elecciones presidenciales del venidero 7 de octubre, mantenemos la firme
posición de no dejar que la derecha fascista burguesa puntofijista y
entreguista vuelva a tomar las riendas del gobierno nacional, y enfatizamos
nuestro compromiso de lucha por la profundización de la Revolución.
Sabemos que históricamente
lxs anarquistas de todo tipo han estado en contra de las elecciones burguesas y
toda la parafernalia del show electoral, como anarquistas no validamos ese
circo. Los Estados no hacen revoluciones, pero si pueden destruirlas. Por lo
tanto no es de extrañar que, ante ciertas coyunturas bien particulares y
concretas, han existido ejemplos en el mundo de participación política
electoral por parte de sectores ácratas, verbigracia las elecciones españolas
de 1936 donde el pueblo proletario español, muchxs de ellxs anarquistas tanto de
la Confederación Nacional del Trabajo (CNT)
como de la Federación Anarquista Ibérica (FAI), dieron su apoyo al
Frente Popular contra las agrupaciones y partidos de derecha ibéricos que
rápidamente ejecutaron el golpe de estado en julio de ese mismo año.
Ese mismo pueblo
que acudía a las urnas electorales fue el que, meses después, hizo posible uno
de los momentos más gloriosos del proletariado mundial, llevando a la realidad el
Comunismo Libertario y la Anarquía. Igualmente, el Partido por la Victoria del
Pueblo en Uruguay se fundó con influencias libertarias provenientes de la
Federación Anarquista Uruguaya, cuyxs integrantes fueron grandes luchadorxs que
combatieron las dictaduras sureñas de décadas pasadas, entre otros.
Las coyunturas y
las particularidades de cada lucha no son un asunto nuevo. En una reunión
celebrada en Biel (Suiza), en el cincuentenario del Congreso de Saint-Imier,
Bertroni y Malatesta se planteaban la interrogante de cuál debería ser la
actuación de los anarquistas ante posibles revoluciones sociales que no fuesen
de cuño libertario.
“No se trataba de describir una revolución
como la queremos nosotros, una revolución anarquista como sería posible si
todos, o por lo menos la gran mayoría de los habitantes de un determinado
territorio fuesen anarquistas. Se trataba buscar lo mejor que se podía hacer en
favor de la causa anarquista en una revolución social que pueda producirse en
la realidad presente.” (1)
Sin embargo, ese
ejercicio de imaginación en favor del anarquismo, de plantearse ante la
situación del estallido de una posible revolución, encontró sus adversarios en
el campo libertario:
“Los compañeros aporten sus luces a la
cuestión y el amigo y compañero Colomer no se escandalice ni se indigne. Si éstas
para él son cuestiones nuevas, no es de anarquistas espantarse tanto de lo
nuevo” (2)
Esa, que era una
situación hipotética para Malatesta es una realidad que nos ha tocado enfrentar
a lxs anarquistas revolucionarixs venezolanxs.
Todo lo anterior nos
permite expresar que las circunstancias históricas no pueden ser obviadas al
momento de evaluar la participación en los espacios de construcción socialistas
y revolucionarios. La acción y la teoría no pueden ir divorciadas de la
realidad, del contexto político histórico donde le tocan desplegarse. Estamos firmes
en la convicción de que la posibilidad de un genuino cambio revolucionario
radical, es decir de raíces profundas, se encuentra vivo en los poderes
creadores del pueblo, en esas comunidades en lucha que han enrumbado al país
por la senda de la transformación social y que apoyan al compañero Hugo Rafael
Chávez Frías. Estamos convencidos, pues la experiencia nos lo ha señalado, de
que allí, en las bases populares, es donde radica el germen de una nueva
sociedad comunal.
En los actuales
momentos ya existen muchos ejemplos de espacios que, aún sin definirse como
anarquistas, sin lugar a dudas exhiben en su cotidianidad prácticas libertarias:
comunidades que poseen cierto grado de producción social, de autogobierno y
auto seguridad (Colectivos del 23 de Enero, Colectivo Alexis Vive, Colectivo
Montaraz, entre otros); radios comunitarias que no se pliegan a dictámenes
contrarios a la causa popular y que se autodefinen como libertarias (Radios
comunitarias de la zona norte de Barquisimeto, Waraira Repano, Toromaima
Rebelde, Radio Comunitaria Sanareña, portales como La Guarura y
similares). El Movimiento de los “Sin
Techo”, las “Comunidades al Mando”, el “Proyecto Nuestra América”, Frente
Campesino Ezequiel Zamora y muchísimos otros colectivos y organizaciones del
Movimiento Popular que, si bien son los protagonistas, constructores e
impulsores del proceso bolivariano, son profundamente críticos con respecto al
mismo.
Es por ello que,
frente a la visión de los sectores neoliberales de la derecha venezolana y su
deseo de implantar políticas económicas que reduzcan el Estado a su mínima
expresión (tal y como sucede en la actualidad en Europa, África y otros países
de nuestramérica), les decimos que no sientan simpatía al observar y escuchar
nuestro posicionamiento. Nuestra lucha es por el comunismo libertario y por
ello, no estamos dispuestos a retroceder a un “estado de cosas” donde: seremos
perseguidxs ocupantes y luchadorxs sociales, donde serán cerrados medios
alternativos, serán devueltas a latifundistas y empresarios tierras y empresas
ahora de propiedad comunal, donde habrán violaciones sistemáticas a los
derechos humanos; donde desaparecerán instrumentos jurídicos que pueden ayudar
a la causa popular, la futura construcción de espacios comunales verdaderamente
horizontales y asamblearios, la concreción de consejos de obrerxs, campesinxs,
estudiantiles; donde las misiones sociales, que por ahora son necesarias, para
ayudar a las clases más desposeídas sean erradicadas; a involucionar a un
pasado que, no tan agazapado, espera dar su zarpazo fascista.
La historia nos ha
dado ya muchos ejemplos:
“Desde su puesto de guardia en La Protesta,
Santillán comprendió mejor que ninguno de los hombres de la izquierda argentina,
la dirección y el sentido de la conspiración anti-irigoyenista, que no era en
realidad sino un intento de destruir el movimiento obrero, de detener la
revolución social (que presuntamente se avecinaba) y de establecer las bases de
un Estado corporativista (con apoyo de las fuerzas armadas, de los
terratenientes y del clero). Cuando se produjo el golpe del 6 de septiembre,
hizo desde las páginas del diario un llamado a la huelga general. La FORA lo
desoyó: atenidos a un punto de vista aparentemente muy ortodoxo y lógico, sus
militantes se negaron a inmiscuirse en las luchas de los partidos políticos
burgueses, como si se hubiera tratado de una mera disputa entre conservadores y
radicales o entre antipersonalistas y personalistas. Más aún, atenidos a un doctrinarismo inflexible,
proclamaron: para un anarquista y para un proletario lo mismo da el populismo
de Irigoyen que el fascismo de Uriburu. Tal error de perspectiva costó a la
FORA muchas muertes y muchos exilios y hasta puede decirse que le costó la vida
a ella misma. Clausurada La Protesta y puesta fuera de la ley la
organización obrera…” (3)
Estamos tanto en
contra de esas posiciones de supuesta “izquierda” que pretenden hacer creer que
“esto es más de lo mismo” como de los arribistas y acomodaticios que aseguran
que “esta es una verdadera revolución”.
Y mucho más de
ciertas “personalidades” que refugiándose en los ideales del anarquismo (y
ciertas posturas del trotskismo) buscan encubrir su lugar de enunciación
burgués y junto con ello, invisibilizar las luchas y procesos por el cambio
que, desde las comunidades populares y movimientos contra-hegemónicos, se han
venido desarrollando durante los últimas tres décadas. A estos anarquistas
devenidos en mercachifles, comerciantes y turistas de la idea, les decimos
también, que el fascismo no pasará.
La FARV reitera no
apoyar ningún gobierno o ningún Estado, sino al pueblo en sus luchas emancipatorias
y a la Revolución Social.
Nuestra postura es
la siguiente: defender las conquistas populares que hemos logrado y tanta
sangre nos han costado; combatir por todos los medios posibles la vuelta al
poder de la derecha oligarca fascista histórica de Venezuela y pelear junto al
pueblo, las organizaciones, movimientos y colectivos políticos y sociales
afines a nuestra lucha, para la profundización autónoma y popular de la
Revolución Bolivariana, contra la “derecha roja” y contra las fallas y errores
provocados por la aún presente estructura económica jurídica capitalista
burguesa, que todavía no logra ser desmontada y que si no llega a hacerse,
correríamos el riesgo inminente de ser otro ejemplo fallido de revolución
socialista, democrática y participativa en el mundo.
El cielo encapotado
anuncia tempestad. Hacemos el llamado lxs
trabajadorxs venezolanxs, a lxs campesinxs, a todxs lxs explotadxs y excluidxs de
Venezuela a acudir a la batalla del 7 – O, a cerrarle las puertas al fascismo, bien
sea en las urnas electorales o en la calle.
El fascismo no
pasará. La invitación es a que se escoja
la opción que exprese la visión de las organizaciones, movimientos y colectivos
revolucionarios y socialistas afines a nuestra causa y a favor de la
continuidad del Proceso Bolivariano. La
invitación es a estar alertas ante cualquier agenda de violencia por parte de
la derecha, a defender nuestra determinación de ser libres. Pero, sobre todo, a construir desde la base
hacia la izquierda, desde la cotidianidad y el día a día, desde lo pequeño y lo
común, desde la calle, el barrio, los caseríos y los montes, espacios
libertarios que ayuden a la consecución de la Revolución Social.
“Fuera del sistema Mazziniano que es el
sistema de la república en forma de un Estado, no hay ningún otro sistema sino
el de la república como una comuna, la
república como una federación, una república genuinamente socialista y popular
-el sistema del Anarquismo” M. Bakunin. (4)
¡POR UN PROCESO BOLIVARIANO Y
POPULAR!
¡POR UN SOCIALISMO ZAMORANO Y
LIBERTARIO HACIA LA REPÚBLICA COMUNAL!
¡POR EL COMUNISMO LIBERTARIO!
(1) Escritos.
Errico Malatesta. Fundación Anselmo Lorenzo. Madrid 2002. Pág. 56
(2) Ibíd.
Pág. 59
(3) El
Anarquismo en América Latina. Carlos M. Rama y Ángel J. Cappelletti. Biblioteca
Ayacucho. Caracas 1990. Pág. LVII